Bienvenidos a mi blog, un espacio donde uno se informa, se divierte y piensa un poco. Esta lleno de ideas que las escribo rapidamente para que no se vayan y asi permanescan en mis lectores...

sábado, 11 de enero de 2014

Bajo las estrellas parte 3- Sacrificios (amar es luchar)

Parte dos: http://ideas-momentaneas.blogspot.com/2013/12/bajo-las-estrellas-parte-2.html
En un lugar de Buenos Aires-Argentina, hace poco más de ocho años.

-Sea fuerte señorita Fernadez, ya verá como la suerte jugará a su favor en esta oportunidad
-Gracias Doctor Martín, sabe muy bien que puede dejar de tratarme de usted. Gracias además por toda su ayuda, es usted un ángel.
-De nada Romina, lo hago con mucho gusto ; pero dime: ¿Como harás con lo de tu marido? ¿Quieres que sea yo quien se lo diga?
-No no, ya te has tomado muchas modestias conmigo, creo que yo puedo controlarlo; al fin y al cabo, yo se como dominarlo.
-Sabes bien que no en todo te he podido ayudar, me hubiera encantado pagar la operación; pero me resulta imposible.
-Martín, más allá de esa puerta existe un mundo egoísta y falto de valores. Profesionales como tu hay muchos; seres humanos, pocos. Los médicos tienen en sus manos la capacidad de hacer perdurar nuestra vida, ellos lo tienen bien en claro; pero el mundo los a tratado tan ferozmente que llegan a convertirlos en seres tan oscuros que incluso creen tener el derecho en lucrar con nuestra salud. Gracias a Dios, aún existen personas como tu, que brindan años de esfuerzo y dedicación, solo para ayudar y tener como recompensa el enriquecimiento de su alma.
- Romina, habéis conseguido que llore, es un placer ayudarte, vuelve cuando quieras
-Gracias a ti por ser tan noble, Dios te bendiga

Romina, aunque reconfortada de saber que aún existe gente tan noble como su amigo Martín, sabe que no puede afrontar esto sola.
Necesitada, inconsolable, bamboleante entre suspiros y con las lagrimas aferradas en la poca fuerza que aún mantiene; se dirige a ver a la única persona que cree ella que sera su pilar aunque se desmorone todo su mundo, a la que cree que no la dejará sola, así sea que la vida, por uno de esos caprichos, le haga resistir los golpes más fuertes. Esos golpes que solo una mujer con ganas de luchar resiste.

Miradas difusas pasan y ella ni se inmuta, dejando los diferentes ojos como simples espectadores conscientes que sus lagrimas no son muestra de una simple mascara, eran reales, lucían eternas y cansadas.
Todo es trayecto de cruel tortura desaparece, al sentir el reconfortante sonido de la voz de su novio detrás de la puerta de su casa.

-Hola Axel, ¿Como te fue en el trabajo? ¿Alguna novedad?
-¿Donde rayos te has metido mujer?-la frialdad de su novio y futuro esposo era notoria, hacia buen juego con su disgusto que podía percibirse por toda la casa.
No era la tonalidad tranquilizadora que esperaba Romina, pero ella no podía mostrar debilidad
-Fui a hablar con el médico sobre el resultado de los análisis. ¿Como esta todo con...
-Otra vez con el imbécil ese, pasas mucho tiempo con él, empiezo a creer que...
-Sabes muy bien por que voy al medico, entiéndeme y usa un poco la razón.-
Ella también quería hacer notar que puede estar herida pero no derrotada, lo empezaba a demostrar con su voz.
-Tu deberías entenderme, un hombre como yo también tiene necesidades que solo su esposa puede cumplir, o acaso prefieres que vaya a un...
-¿Sexo? ¿Es eso en lo único que piensas? el sexo es un deseo, no una necesidad, creo que te pueden mantener en pie sin tener que usarme para "relajarte" después de un mal día de trabajo, por un par de noches.
-Deja de decir estupideces mujer, que yo te aguanto y lo único que pido es atención tuya.-Axel sale enfurecido hacia la habitación de ambos. Ella lo sigue
Es en ese punto donde empieza la batalla de ideales, una batalla que luchan como si fuera la ultima, la que declare al ganador definitivo. Cada quien saca su mejor arsenal verbal, la potencia de la voz puede engañar porque no siempre el que grita más fuerte es el que apuñala de manera más precisa. A veces solo un par de palabras certeras, junto con el factor sorpresa, pueden desarmar al rival. Cada uno lo tenia bien en claro y ninguno quería dar su brazo a torcer.
-Pero mujer, sabes bien que te he apoyado hasta el cansancio, me he matado trabajando para aportar el dinero suficiente para este problema y vienes siempre a restregármelo en la cara, ya me estoy cansando.
-¿Acaso crees que no me esfuerzo? Soy yo quien aguanta todo esto y hoy solo buscaba un apoyo, una voz reconfortante que me meza con arte. Pero solo recibo altanerías, insultos, reprimendas y frialdad. ¿Es acaso esto justo? Hoy me doy cuenta que no te necesito para ser mantenerme viva.
-Veamos pues como te va sin mí y sin mí dinero.
Las ruedas de las maletas caen de la cama y van con dirección desconocida para Romina. La angustia, el dolor y su fragilidad van apagando su voz, pero ella debe lanzar un ultimo grito de guerra, no puede perder
-Eres un miserable, un cobarde que solo quiere estabilidad. Pensar que iba a jurarte amor eterno frente a un altar.
-CÁLLATE MUJER Búscate alguien que te quiera y te aguante a tu manera. Es mejor así-Axel se dirige hacia la puerta, no desea verla llorar ni tampoco que lo vea llorar. Sabe que es mejor así.
-Axel, ¿Dónde esta la valentía, la de querer vivir la vida? Hoy veo la verdad en tu mirada, cada parte que ahora guardas, te ira apresando más y más.
-Adiós Romina.

Ahogada en llanto ve solo la silueta de su espalda. Es lo que recordará de Axel. Aquel portazo fue el ultimo.
Tuvo que reponerse rápidamente, secar sus lagrimas, aparentar alegría y maquillar lo que había pasado hace instantes porque a los diez minutos entra otra persona por la misma puerta donde escucho un "adiós", ahora escucha un "hola mami" ingenuo e inocente de un niño.
-Hola Seba, ¿como te fue en el colegio?
-Bien mami, saque 10, ¿y papá?
-Tu papá tuvo que ir de viaje por unos negocios y estará fuera de casa por un tiempo.
-¿Como se pudo ir sin despedirse? ¿Acaso no me quiere?
-Si te quiere, por eso se fue a trabajar, porque tenemos que ir preparando todo para tu operación que será en una semana.
-Tengo miedo mamá
-No tengas miedo, ven, ¿vamos a por unos helados?

Romina sujeto la mano de su pequeño hijo, dejando bien en claro que lo ama demasiado, a pesar de el giro en su vida que acaba de suceder y que trae consigo un gran problema; ella tiene que demostrar a Sebastian y a ella misma, que es una mujer de acero pero con el corazón cálido de una madre.
Después de todo amar es luchar; aunque tenga que renunciar al amor puro, por uno material y convenido.
  1. Continuará...

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